Si hay una noche mágica en Sevilla esa es la de la Madrugá del Viernes Santo y quien la abre todos los años es la conocida como la Hermandad del Silencio, la "Madre y Maestra", que ya hacía Estación de Penitencia en el siglo XIV. Jesús Nazareno abrazado a la Cruz va en primer lugar y detrás de Él la Virgen de la Concepción, en su espléndido paso inspirado en la Catedral de San Marcos de Venecia. En diciembre baja de su altar para que la muy mariana ciudad le bese las manos.
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