Un año más se repitió el milagro, las puertas del cielo se abrieron para que la Esperanza bajara a Triana a repartir a manos llenas lo que su nombre indica y donde como siempre, los suyos, los que la llevamos en el corazón desde siempre iremos a visitarla para depositar uno y mil besos en esa mano que Ella nos tiende. Y es que no hay ancla más segura y firme que Tú, Esperanza nuestra, qué orgullo es tenerte por Madre.
Impresionantes, no podían ser mejores a pesar de las lagrimas.Besossss
ResponderEliminarQue me descompongo cuando la veo tan cerca, Enrique y lo mejor es que quedan otros cuatro días y ya sin cámara, a disfrutar nada más. Besosss.
ResponderEliminarImpresionante galería y no menos bello el texto de cabecera. Enhorabuena, Inma.
ResponderEliminarMuchas gracias Luis, me alegra mucho que te hayan gustado.
EliminarGalería de babero... ufff que maravilla...
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