Si una Imagen está considerada como el culmen del barroco sevillano, ésa no es otra que el Stmo. Cristo de la Expiración. Fue tallado por el utrerano Ruiz Gijón en 1682 y desde entonces ha maravillado a propios y extraños por su perfección anatómica, además de despertar la devoción de todo el que lo contempla. Se dice que su autor tomó como modelo a un gitano apodado "el cachorro" que estaba agonizando después de ser apuñalado en una riña, de ahí su nombre popular. Una joya del arte universal del que los trianeros y los sevillanos nos sentimos orgullosos.
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